¡Descubrir que coger un par de agujas y lana y crear algo desde cero es supremamente satisfactorio! Normalmente cuando quiero aprender algo empiezo super entregada, después se va ese impulso inicial y lo dejo a un lado. Tejer se ha vuelto el pasatiempo por excelencia, además me hace pensar en mis abuelas haciéndome sentir más cerca de ellas.
Llevo tejiendo menos de un año y no quiero parar. Uno escucha esa expresión todo el tiempo: “la practica hace al maestro” y la mayoría de las veces que alguien la dice me estresa porque tengo poca paciencia y cuando veo, lo que considero, poco progreso me desanimo y lo dejo hasta ahí. Algo cambio con el tejido y ahora esa frase es motivación para hacer mejores cosas tejidas. Cuando menos lo piense voy a estar haciendo camisetas en dos días, esa es la idea. (Wish me luck y háganme barra).
Este pasatiempo me emociona y se ha mantenido así. Me ha ayudado un montón; es de las cosas que cuando empiezo dejo de pensar y todo para y puedo concentrarme solo en tejer, en hacer líneas y avanzar. Ver como el tejido va creciendo me ayuda con la ansiedad de sentir que no se avanza y muchas veces eso se traslada a otros aspectos de mi vida. Avanzar en el tejido me hace querer ser más productiva en mis clases, en otras ideas que surgen y quiero hacer.
Este post parece una oda a lo magnifico que es tejer y esa es la mejor forma de ponerlo. Algo que surgió como un: “tal vez debería intentar aprender a hacerlo”, se materializo en un reto para salir de mi zona de confort. Todos sabemos lo difícil que es salir de ese lugar que se siente cómodo y espero seguir alejándome y encontrando la valentía que se necesita para seguir porque una de las consecuencias más bonitas de empezar a aprender a tejer ha sido -más allá de la recompensa física del proyecto terminado- descubrir que soy capaz de aventurarme y que ese pequeño salto que se necesita para emprender algo es mínimo y no asusta tanto. Creo que pesa más el famosísimo “tal vez”.
Escribir mi viaje con el tejido es mi forma de procesar mis frustraciones con los proyectos que hago, los muchos errores que ocurren cuando se tejen y como esta actividad se ha convertido en un espacio seguro donde las cosas pesadas de mi vida profesional (a esto llegaremos después) se quedan afuera y cuando logran entrar, me ayuda a procesarlo. Para quien lea esto: tejer es de las mejores cosas que he encontrado en la vida y espero que pueda hacerle justicia y al menos iniciar una pequeña chispa de curiosidad sobre esto. Si no quieres aprender a tejer, al menos espero que estas palabras de alguna manera te distraigan de todo lo terrible o malo que este pasando en la realidad.